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Las bibliotecas humanas se convierten en un marco positivo para conversaciones interpersonales que puedan desafiar estereotipos y prejuicios

ÁNGELA SANZ – Procalde Bética

Cada persona es un libro y tiene una historia que contar.

Estos espacios están diseñada para construir un marco positivo para conversaciones que puedan desafiar estereotipos y prejuicios a través del diálogo. La biblioteca humana es un lugar donde la gente real está en préstamo a los lectores. Un lugar donde las preguntas más difíciles son esperadas, apreciadas y contestadas.

Estos libros humanos tienen una particularidad, su historia será distinta en función de del momento en que se lea, ya que estos libros están escritos en la indeleble tinta de la tradición oral. Los contenidos de estas bibliotecas humanas son múltiples y diversos, puede tratarse de un emigrante explicando cómo fue su experiencia hasta llegar al país de destino, y sus experiencias vitales en este destino, a una persona que enseñe un idioma en particular o la idiosincrasia de su cultura. No sumergimos en estas bibliotecas humanas con Ángela Sanz, integrante de Proclade Bética


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