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“Blas Infante sigue enterrado en una fosa común 85 años después de su asesinato, al igual que miles de víctimas del golpe militar”, Cecilio Gordillo, coordinador Grupo de Trabajo Recuperando la Memoria de la Historia Social de CGT

Imagen José Manuel Vida/EFE

CECILIO GORDILLO – Memoria Histórica

11 de agosto de 1936.

Una fecha marcada en el calendario de nuestra historia contemporánea andaluza más dura, porque ese día, en el kilómetro cuatro de la Carretera de Carmona, en Sevilla, perdíamos al Padre de Nuestra Patria Andaluza. Blas Infante, el notario casareño que defendió los valores de humanismo, solidaridad, justicia social y universalismo para que Andalucía tuviera un futuro, fue asesinado por las tropas fascistas en esa cuneta, que cada año es lugar de recuerdo y memoria.

85 años después, Blas Infante sigue tirado en una fosa común del Cementerio de Sevilla, junto a otras muchas víctimas del golpe militar, mientras que Queipo de Llano, su asesino y el de 50.000 andaluces más, está enterrado con honores en la Basílica de la Macarena. Por si fuera poco, no hay acto de homenaje que no quede ensombrecido por voces de la extrema derecha que niegan el importante papel de Blas Infante para nuestra autonomía y nuestro presente. En ese sentido, el nieto del padre de la patria andaluza, Javier Delmás, que es vicepresidente de la Fundación Blas Infante, nos contaba en la Onda Local de Andalucía que las aportaciones de su abuelo deben estar por encima de las ideologías.

Desde luego, recordar y dignificar a Blas Infante es sinónimo de pedir justicia y libertad, reivindicar la sanidad y educación públicas, servicios sociales, protección social o un nuevo modelo productivo. Esto nos demuestra que su pensamiento y el fundamento de su Ideal Andaluz está más de actualidad que nunca. Hablamos con Cecilio Gordillo, coordinador del Grupo de Trabajo Recuperando la Memoria de la Historia Social de Andalucía de CGT-A y coordinador de la base de datos en la web de Todos los Nombres.


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