En Bolivia, la sequía comienza a perjudicar a varias regiones. 932 municipios han sido declarados en estado de emergencia por la sequía. Hasta el momento, siete mil familias han perdido su ganado por falta de agua. La intensa ola de calor y la falta de lluvias empiezan a perjudicar a la población que tiene que coger agua del ganado para poder beber y cocinar.
El Gobierno señala que la sequía ha comenzado a castigar con dureza a las comunidades rurales aunque queda descartado que haya problemas en el abastecimiento de alimentos durante el resto del año. Sin embargo, la sequía amenaza y alarma a los pobladores de unos 12 municipios que han solicitado que se declare la situación de emergencia porque, además, han proliferado los incendios.