Ambas fueron votaciones reñidas entre los principales candidatos, de manera que los dos países centroamericanos acudirán a una segunda vuelta.
En El Salvador, el candidato del izquierdista Frente Farabundo Martí para la Liberación Nacional (Fmln), Salvador Sánchez Cerén, se alzaba con el 48.95% de los votos, tras escrutarse el 79,41% de las mesas electorales. Un resultado que no fue suficiente y ahora deberá ir a segunda vuelta. Son los datos del Tribunal Supremo Electoral de El Salvador, según el cual Norman Quijano, de la derechista Alianza Republicana Nacionalista (Arena), sumaba 38,96% de los votos y Antonio Saca, de Unidad el 11,41%.
Los otros dos candidatos juntos, René Rodríguez, del Partido Salvadoreño Progresista (Psp), y Óscar Lemus, de Fraternidad Patriótica Salvadoreña (Fsp), no lograban ni el 1%. Según el código electoral, para que un candidato gane en primer vuelta debe conseguir el 50% más uno.
Sánchez Cerén, actual vicepresidente, fue uno de los diez integrantes del Frente Farabundo Martí para la Liberación Nacional (FMLN, izquierda) que firmaron con el gobierno los acuerdos de paz en 1992, poniendo fin a una cruenta guerra civil de 12 años que dejó unos 75.000 muertos.
En Costa Rica, el candidato de centro Luis Guillermo Solís va a disputar en abril la segunda ronda por la presidencia contra el oficialista de derecha Johnny Araya, tras sorprender en unas elecciones que acabó con la ilusión de la izquierda de alcanzar el poder.
Luis Guillermo Solís, historiador de 55 años, candidato del Partido Acción Ciudadana (PAC), no solo pasó a la segunda ronda sino que superó al candidato del gobernante Partido Liberación Nacional (PLN), por 30,8% contra 29,6%, tras ser escrutadas el 79,5% de las mesas, según el Tribunal Supremo Electoral.
Aunque el Tribunal Supremo Electoral no ha proclamado ganadores, los resultados son irreversibles y, debido a que ninguno logró el mínimo del 40% de votos válidos, deberán disputar la segunda ronda el 6 de abril.