El presidente de Guatemala, Otto Pérez Molina, pide disculpas a las 33 comunidades de RABINAL por las violaciones cometidas contra indígenas ACHÍ. Estas violaciones a los derechos indígenas se cometieron durante la construcción de la hidroeléctrica CHIXOY en 1975.
La presa, considerada la más grande de Centroamérica, fue construida a finales de la década de 1970, provocando el desplazamiento de comunidades enteras de descendientes mayas. Los habitantes que se negaron a abandonar sus tierras fueron masacrados por el ejército guatemalteco con la excusa de que estaban vinculados con la guerrilla. Así lo ha reconocido el propio Estado.
Paradójicamente, tres décadas después la mayoría de las comunidades, integradas por unas seis mil familias, carecen de servicios básicos como energía eléctrica. Juan de Dios García, representante de los indígenas guatemaltecos, denuncia que la construcción de la presa violó los derechos humanos de pueblos enteros y acusa al Banco Interamericano de Desarrollo, por financiar la construcción.
Las comunidades y el gobierno de Guatemala participaron en la presentación pública del acuerdo para el Plan de reparaciones que asciende a 153 millones de dólares. El dinero será entregado en un plazo de 15 años para las 33 comunidades.