Conocemos cómo se celebra el carnaval en Andalucía con los ejemplos de Priego de Córdoba, Cabezas de San Juan y San Juan del Puerto.
El carnaval es una fiesta popular que tiene lugar inmediatamente antes de la cuaresma cristiana, con fecha variable (entre febrero y marzo según el año), y que combina algunos elementos como disfraces, desfiles, y fiestas en la calle. Aunque en Andalucía la fiesta de carnaval más famosa es la de Cádiz, vamos a conocer ejemplos de cómo se celebra en otras localidades.
En la provincia de Córdoba, la localidad de Priego organiza un concurso de disfraces con 11 premios de una cuantía total que supera los 1.500 euros. Las categorías en las que compiten los disfraces son las de invididual, grupo, más original y más actual. Pero si algo diferencia al carnaval de Priego de Córdoba del resto es la “rellená”, en la que se degusta uno de los productos más típicos de la gastronomía prieguense, como es el relleno de carnaval. Sus ingredientes son jamón, tocino, huevos, limón, pollo, ternera, pavo y pan rallado, que sazonados con distintos aliños, se introducen en un «cuajo» de cerdo, hirviéndose todo, para servirse posteriormente en rodajas, a modo de embutido. Este año se celebra el 22 de febrero a la una de la tarde en un local situado en la calle Cava.
En la localidad sevillana de las Cabezas de San Juan, de gran linaje carnavalero, se organiza un concurso de agrupaciones carnavaleras (comparsas y chirigotas). Los días 17, 18 y 19 de febrero son las preliminares; el viernes 21 del mismo mes, la final y la designación del carnavalero de honor 2014. En este evento se llevará a cabo también el pregón de carnaval a cargo de Francisco Bornes, más conocido en el mundillo como “Paco el negro”.
En la provincia de Huelva, el municipio de Nueva Carteya celebra el “entierro del palmito” en cada edición de su carnaval. Consiste en una procesión en la que un palmito de enormes proporciones, escogido en calidad de producto típico y tradicional de la campiña, recorre las calles de Nueva Carteya. El cortijo lo completan las comparsas carnavaleras, que alegran con sus cantos al lloro y tristeza de las viudas, y tras ellas, el resto de vecinos y vecinas disfrazadas para la ocasión.