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El Roscón de Reyes aúna trabajo artesano, tradición y reinvención para ofrecer la mejor versión del dulce típico que despide la Navidad

SALVADOR TORRES-Pastelero de La Holandesa

La ilusión es la protagonista esta noche y, por supuesto, mañana, día de Reyes.

Una fecha en la que no importa la edad, es mágica para todo el mundo. La llegada de sus Majestades de Oriente, los regalos, las sonrisas de los más pequeños que inundan nuestras vidas son una delicia. Al igual que un dulce típico que degustamos o bien esta noche o mañana en el desayuno. Hablamos del roscón de reyes. Todos y todas tenemos en mente su apariencia suculenta, esponjosa, con un relleno delicioso que puede ir desde la nata montada tradicional hasta nuevas variantes que se van sumando con los años y en base a la demanda de los comensales.

Pero no olvidamos que la clave del su éxito es siempre el trabajo artesanal, el mimo de los pasteleros y pasteleras que preparan los roscones para hacernos sentir unos auténticos reyes. Hoy nos introducimos en La Holandesa, en Jerez de la Frontera (Cádiz). Allí ya nos espera uno de sus pasteleros, Salvador Torres


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