Mª CARMEN BERROCAL – Asoc. Vecinos de Bobadilla Estación
Este miércoles se han concentrado vecinos y vecinas de distintos municipios malagueños donde, a partir de mañana, se cerrarán las oficinas de Unicaja.
Han realizado la cacerolada frente a la sede de la entidad bancaria en la ciudad de Málaga y han conseguido ser recibidos para mostrar su descontento. Se da la circunstancia de que estas oficinas están en zonas rurales, pequeños municipios o pedanías que engrosarán la lista de territorios en exclusión financiera: Villanueva de Tapia, Bobadilla Estación, Istán, Alfarnate, Almáchar, Igualeja, Pujerra, Estación de Gaucín, Genalguacil, Jubrique y Montecorto.
Todos ellos denuncian que el mundo rural y las personas mayores quedan en exclusión financiera. Pero, además, esta situación tiene un reflejo laboral. La plataforma Salvemos Unicaja señala que la situación actual de la entidad bancaria puede tener serias repercusiones tanto para quienes trabajan en ella como para quienes tienen depositados sus ahorros y gestionan sus empresas.
Según ha podido saber la Onda Local de Andalucía, la intención de la entidad es buscar soluciones a través de la red de agentes financieros, que permite su presencia y cercanía en pequeños municipios y en núcleos rurales, proporcionando atención de manera presencial, y contribuyendo a evitar la exclusión financiera. También pretenden trabajar en la búsqueda de fórmulas de colaboración con las administraciones y agentes económicos e implantar en un futuro un servicio de atención remota a través de gestores asignados.
Hablamos con Mª Carmen Berrocal, presidenta de la Asociación de Vecinos de Bobadilla Estación
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