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Un vecino de Fuengirola logra negociar su hipoteca tras pasar cuatro meses en la puerta del banco y reunir más de 1.200 firmas

«La cantidad que me estaban cobrando de más no es excesiva, pero es dinero que me estaban robando». Con esta máxima describe Salvador Merino la impotencia que sintió tras comprobar que, pese a la existencia de varias sentencias -incluso del Tribunal Supremo- sobre las cláusulas suelo de las hipotecas, la suya era incapaz de renegociarla. Al conocer la noticia, este fuengiroleño fue hasta su sucursal para ver cómo se podía beneficiar de la aplicación de esta orden jurídica y, desde aquel día, ha tenido que esperar cuatro meses a las puertas de la sede para que el banco acceda a renegociar sus condiciones.

«Cuando me dijeron la primera vez que mi perfil no se incluía entre los beneficiarios de la sentencia decidí que, en lugar de irme a casa y quejarme, vendría a diario al banco -una sucursal de Cajasur ubicada en pleno centro de Fuengirola- para hacer pública mi reclamación», recuerda este autónomo, quien admite que, apenas después de unos días apostado en la avenida Jesús Santos Rein comprobó que «existen casos muchos peores que los míos, que asfixian a otras muchas personas pero no se hace nada por ellos».

Ante tal panorama, Salvador Merino quiso ir un paso más allá y comenzó a recoger firmas -supera actualmente las 1.200- para exigir la renegociación de créditos y que ahora que ha conseguido su objetivo, plantea presentar ante organismos superiores porque «son muchos los que no saben que cada mes los bancos les cobran más de lo que debieran y sentimos una gran impotencia».

Este fuengiroleño compró su casa en 1999. Su contrato hipotecario recogía que, con independencia del valor que alcanzasen los tipos de interés, pagaría un mínimo no inferior al 3,5% y un techo -el mismo pero al alza-, no superior al 12. Una resolución emitida por el Supremo en mayo de 2013 declaró ilegales las cláusulas suelo que no estuvieran debidamente explicadas a la hora de firmar el crédito. En noviembre, una sentencia emitida por el Juzgado Mercantil número 1 de Córdoba instaba a retirar «el suelo de entre el 3y el 4% -horquilla en la que se encuentra la de Merino-, de todas las hipotecas de Cajasur». Apenas unos días tardó Salvador Merino en acudir a su banco para renegociar sus condiciones desde que tuvo conocimiento de la noticia. «Pensé que sería cuestión de acudir un par de veces, hasta que la dirección del banco me quisiera recibir y pudiéramos llegar a un acuerdo». Entonces era 26 de noviembre y, hasta hace pocos días, el banco se negó a modificarle las condiciones del préstamo.
Este periódico intentó localizar sin éxito a la dirección de la sucursal. Desde Cajasur apuntaron que la sentencia «está recurrida y, en todo caso, sería el cliente quien tendría que pedir la renegociación». Tras mucho esfuerzo, el vecino lo ha conseguido y anima a otros a que lo hagan.

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